Descubre Cómo Hacer Croissants de Matcha con Chocolate Blanco: Una Fusión Perfecta

El croissant tiene su origen en Viena, no en Francia como muchos podrían pensar. Se dice que fue creado en el siglo XVII para celebrar la victoria sobre los turcos, y su forma de media luna simboliza la bandera turca. Los panaderos franceses adoptaron esta receta y la perfeccionaron con técnicas propias. En esta receta moderna, fusionamos el croissant con el matcha japonés, conocido por su distintivo color verde y sabor terroso.

• 500g de harina de fuerza
• 60g de azúcar
• 10g de sal
• 40g de mantequilla derretida
• 1 huevo
• 120ml de leche
• 120ml de agua
• 7g de levadura seca
• 300g de mantequilla fría (para el laminado)
• 2 cucharadas de polvo de matcha
• 150g de chocolate blanco (troceado)

1. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
2. En otro recipiente, disuelve la levadura en el agua y la leche tibias. Añade la mantequilla derretida y el huevo, mezclando bien.
3. Vierte los ingredientes líquidos en el bol de la harina y mezcla hasta formar una masa homogénea.
4. Para este paso, yo utilizo esta amasadora que facilita mucho el trabajo pesado de amasar y obtiene una textura de masa perfecta.
5. Cuando la masa esté suave y homogénea, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.
6. Desgasifica la masa y extiéndela en una superficie ligeramente enharinada en forma de rectángulo.
7. Coloca la mantequilla fría en el centro del rectángulo de masa y cierra los bordes sobre la mantequilla.
8. Lamina la masa estirándola y doblándola en tres partes, tres veces, con descansos de 30 minutos en la nevera.
9. En la última estirada, añade el polvo de matcha, mezclándolo uniformemente con la masa.
10. Corta la masa en triángulos, añade trozos de chocolate blanco en el borde ancho y enróllelos hacia la punta.
11. Coloca los croissants en una bandeja para hornear, cúbrelos y deja que fermenten durante 1 hora hasta que doblen su tamaño.
12. Precalienta el horno a 200°C y hornea los croissants durante 12-15 minutos, o hasta que estén dorados.

El éxito en la elaboración de croissants radica en el laminado de la masa. Asegúrate de que la mantequilla esté bien fría y la masa no muy caliente. Trabajar con una superficie enharinada evita que la masa se pegue.

Otro truco es utilizar una regla para medir la masa antes de cortarla. Esto asegura que todos los croissants tengan un tamaño uniforme y se cocinen de manera homogénea.

Si prefieres un croissant extra crujiente, pinta los croissants con una mezcla de huevo batido antes de hornear. Esto les dará un bonito acabado dorado y crujiente.

Los croissants de matcha con chocolate blanco son deliciosos por sí solos, pero puedes acompañarlos con una taza de café, té verde o un capuchino para complementar su sabor.

Para un desayuno más completo, sírvelos con frutas frescas como fresas, frambuesas o incluso un buen tazón de yogur griego.

Otra opción es añadir una suave crema de nata montada para un toque adicional de indulgencia.

Una taza de té verde o matcha complementa perfectamente el sabor terroso del matcha en los croissants. El chocolate blanco añade la cantidad justa de dulzura.

Si prefieres algo más fuerte, un café expreso o un capuchino pueden ser acompañamientos ideales para equilibrar los sabores.

Si deseas experimentar, puedes reemplazar el chocolate blanco con chocolate negro para un sabor más intensamente achocolatado.

Otra variación es añadir pasta de frijol rojo (anko) para un toque verdaderamente japonés.

Incluso puedes rellenar los croissants con una mezcla de frutas secas y nueces para un sabor y textura diferentes.

Si no tienes matcha, puedes utilizar té verde en polvo o incluso omitirlo por completo para hacer croissants tradicionales.

En caso de no tener chocolate blanco, el chocolate con leche o negro funciona igualmente bien.

Para una versión más ligera, puedes sustituir la mantequilla del laminado con margarina, aunque es posible que el resultado final varíe en textura y sabor.

Este croissant de matcha con chocolate blanco es una verdadera explosión de sabores. La terrosidad del matcha contrasta perfectamente con la dulzura del chocolate blanco. Si deseas un toque aún más sofisticado, puedes añadir ralladura de limón a la masa para un ligero toque cítrico.

Disfruta de estos croissants como un desayuno especial o una merienda que te transportará directamente a una panadería gourmet.